En el siguiente artículo de la Dra. Sheillah Torres Peña, especialista en Ginecología de Clínica Internacional, te hablaremos sobre una afección precancerosa que afecta a muchas mujeres: la displasia cervical.

¿Qué es una displasia cervical?

 La displasia cervical es una afección precancerosa en la que se produce un crecimiento celular anormal en el revestimiento de la superficie del cuello uterino o del canal endocervical, la abertura entre el útero y la vagina. 

Cabe recalcar que el término displasia se introdujo en la terminología médica a mediados de los años cincuenta para designar la anormalidad epitelial intermedia entre epitelio cervical normal y carcinoma in situ.

Clasificación de la displasia cervical

clasificacion displasia cervical

Aunque en los años 50 se clasificó en displasia Leve, moderada y severa, posteriormente a finales de los años sesenta, se introdujo el término de Neoplasia Intraepitelial Cervical (NIC) a fin de abarcar todas las posibilidades de atipia celular cervical hasta ese momento estudiadas.

Teniendo esto en cuenta, la NIC se dividió:

  • NIC 1, que corresponde a la displasia leve
  • NIC 2, que corresponde a la displasia moderada
  • NIC 3, que corresponde a la displasia severa y Carcinoma in Situ (CIS).

En los años ochenta, se estudiaron y reconocieron otras alteraciones anatomopatológicas como, por ejemplo, la atipia coilocitica, asociada a la infección de Virus Papiloma Humano (VPH).

En 1991, se realizó un seminario dirigido por el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, donde luego se publicó un informe denominado Sistema Bethesda. En este informe se introdujo el término Lesión Intraepitelial Escamosa (LIE) clasificándose en Lesión Intraepitelial Escamosa de bajo grado (L-LIE), la cual abarca los cambios condilomatosos planos de VPH y NIC de bajo grado, así como la Lesión Intraepitelial Escamosa de alto grado (H-LIE) que abarca los NIC 2 y NIC 3.

Posteriormente en el 2001, el Sistema Bethesda se revisó y se describieron las siguientes categorías: 

  • Células Escamosas Atípicas (ASC) que incluyen los de significado indeterminado (ASC-US), no puede descartarse la de alto grado (ASC-H)
  • Lesión Intraepitelial Escamosas de Bajo grado (LSIL)
  • Lesión Intraepitelial Escamosa de alto grado (HSIL)
  • Células Glandulares Atípicas (CGA) que incluyen las no especificadas (CGA-NOS), favorable a neoplasia (CGA- favorable a neoplasia) y Adenocarcinoma in situ (AIS).

Causas y factores de riesgo de una displasia cervical

La Displasia Cervical está principalmente relacionada con la infección del Virus del Papiloma Humano (VPH). Si bien es cierto que en la mayoría de los casos el sistema inmunológico elimina el VPH y cura la infección, existe un pequeño porcentaje en donde la infección puede persistir y progresar a células pre-malignas, donde una pequeña proporción puede evolucionar a cáncer de cuello uterino.

Adicionalmente, existen además factores externos y propios del paciente que están involucrados en el desarrollo de la displasia cervical, los cuales son: 

  • Inicio de las actividades sexuales a temprana edad
  • Embarazo a muy temprana edad 
  • Múltiples parejas sexuales 
  • Condición de salud del paciente, la cual puede comprometer su inmunidad (por ejemplo, mal estado nutricional)
  • Factores ambientales (exposición al humo de tabaco y deficiencias vitamínicas)
  • Enfermedades de trasmisión sexual

Asimismo, es importante recalcar que la susceptibilidad genética es responsable de menos del 1% de la producción del cáncer de cuello uterino. Se ha realizado estudios entre gemelos, familiares de primer grado y estudios de asociación genómica, donde se ha demostrado que las mujeres con familiares de primer grado afectados de cáncer cervical tienen el doble de riesgo de desarrollar esta afección a diferencia de aquellas que no tienen familiares afectados.

Síntomas de la displasia cervical

La displasia cervical generalmente no presenta síntomas específicos que permitan realizar un diagnóstico clínico, por lo que es importante un chequeo ginecológico periódico.  

No obstante, la mayoría de las lesiones en el cuello uterino pueden tornarse de un color blanquecino cuando el médico aplica ácido acético al 3-5% y son yodonegativas después de aplicar Lugol, debido a que el epitelio displásico contiene escaso glucógeno.

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Diagnóstico de la displasia cervical 

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Es imperativo que primero se realice la historia clínica del paciente. Se debe registrar los antecedentes de importancia y llevar a cabo un examen ginecológico que incluya la visualización del cuello uterino a través de una especuloscopia. 

Debido a que un examen pélvico suele ser normal en mujeres con displasia cervical, es necesaria la citología cervical o una prueba de Papanicolaou para diagnosticar el cáncer de cuello uterino y estados precancerosos.

Aunque una prueba de Papanicolaou (PAP) por sí sola puede identificar la displasia cervical leve, moderada o grave, a menudo se requieren más pruebas para determinar el seguimiento y el tratamiento adecuados. Estos incluyen:

  • Inspección visual con ácido acético (IVVA). Es un procedimiento sencillo donde se aplica ácido acético al 5% en el cérvix. El epitelio displásico o anormal se torna blanco debido a la ausencia de glucógeno y se le considerada IVVA positivo. La sensibilidad varía y puede llegar hasta un 70% para detectar NIC 2 y lesiones severas.
  • Pruebas Moleculares para la detección del Virus del Papiloma Humano. Esta prueba permite la detección del ADN del virus en mención y resulta más efectiva que el PAP e IVAA por su alta sensibilidad. Sin embargo, el costo de estas pruebas puede resultar una limitación. Este examen se puede realizar como una prueba de detección para mujeres de más de 25 años y en mujeres de cualquier edad que tengan un resultado ligeramente anormal en su citología vaginal.
  • Colposcopia. Es un procedimiento de diagnóstico que permite que el médico tenga una visión más amplia e iluminada del cérvix, vagina y vulva. Permite ver características macroscópicas del cérvix y tomar biopsias dirigidas del tejido sospechoso si así se requiere.

Tratamientos para una displasia cervical

El tratamiento va a depender del grado de la displasia cervical. Sin embargo, es necesario mencionar que la displasia leve (LEIBG o NIC I) puede desaparecer sin tratamiento y solo será necesario un seguimiento citológico periódico por parte del médico tratante (salvo que estos cambios no desaparezcan).

Dependiendo del grado de displasia, se puede indicar lo siguiente: 

  • Criocirugía para congelar las células anormales
  • Fotovaporización de cérvix con láser, es decir uso del haz de luz del láser para tratar células anormales del cérvix 
  • Procedimiento de escisión electroquirúrgica con asa (LEEP), el cual utiliza electricidad para eliminar tejido anormal.
  • Cirugía para extirpar el tejido anormal (conización quirúrgica)
  • Histerectomía en raras ocasiones 

Prevención de la displasia cervical

Se puede prevenir la displasia cervical al considerar las siguientes medidas: 

  • Vacunación contra el VPH a niñas y mujeres entre los 9 y 26 años.
  • Cheque Ginecológico anual.
  • No fumar
  • Practicar relaciones sexuales seguras al usar métodos de barrera
  • Practicar la monogamia y evitar tener múltiples parejas sexuales
  • Evitar el inicio de relaciones sexuales a muy temprana edad. 

En resumen, las mujeres pueden reducir su riesgo de displasia cervical evitando los comportamientos sexuales de alto riesgo asociados con la infección por VPH.

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